Esta era la primera vez que el Recinto Ferial, situado en el Parque de Ocio, acogía este evento que en anteriores ocasiones había tenido lugar en el centro comercial Parque Corredor. Cerca de 170 vehículos venidos de toda la Comunidad de Madrid y de otras regiones de España quisieron participar en esta concentración que ya se ha convertido en todo un clásico para los amantes del tuning.

Los jueces valoraron a los coches en función de la categoría en la que participaban. Se buscaba al que tuviera el equipo de sonido más potente, el interior más espectacular, los escapes más ruidosos o los bajos a menor altura del suelo.

Todos los vecinos que se acercaron hasta el Recinto Ferial se hicieron fotos y disfrutaron contemplando estos vehículos que, en algunos casos, no tienen nada que ver con el modelo original salido de fábrica. Hay personas que se pueden llegar a gastar más de 40.000 euros en tunear el coche para dejarlo a su gusto.

El tuning es la modificación de las características técnicas de un vehículo con el objetivo de mejorar sus prestaciones o simplemente para darle un toque personalizado cambiando su estética. Todos estos vehículos tienen que pasar posteriormente una revisión por la Inspección Técnica de Vehículos para ser homologados y que puedan circular por las carreteras.