Ante la inquietud generada en los adjudicatarios por la imposición de las promotoras de la compra de una segunda plaza de aparcamiento vinculada a la vivienda, así como la aplicación de los precios del módulo actual de vivienda en el supuesto de las viviendas en alquiler, este Gobierno local procede a retrasar el proceso de selección del Plan Municipal de Vivienda 2003-2007 del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz. Y exige a la Comunidad de Madrid y a las promotoras que desvinculen la segunda plaza de aparcamiento de las viviendas, aun teniendo en cuenta que es una potestad de las promotoras solicitarlo en la calificación y de la Comunidad de Madrid otorgarlo, como ya ha hecho con dos de las mismas.

El actual Gobierno local del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz se encontró con un Plan de Vivienda heredado que fue proyectado por el anterior Gobierno local y que puede calificarse como una auténtica chapuza.

En primer lugar, es un Plan de 525 viviendas que debían realizarse entre los años 2003 y 2007, pero que el anterior Gobierno incumplió totalmente ya que no construyó ni una sola vivienda ni siquiera comenzó las obras de las mismas. Lo único que hizo unos meses antes de las elecciones municipales fue publicitarlo, recoger las instancias de los vecinos y licitar y adjudicar las parcelas a varias promotoras privadas.

En segundo lugar, el anterior Gobierno local no determinó el precio de las viviendas ya que lo dejó a expensas de futuras subidas en función del módulo existente en el momento de la calificación provisional de éstas, subidas muy previsibles debido al gran retraso en los plazos de construcción, como así ocurrió en abril de 2008 al actualizarse los módulos de los precios de las viviendas. Gracias a la presión de los adjudicatarios y a la medición del actual Alcalde con la Comunidad de Madrid ésta anunció que a este Plan Municipal de Vivienda 2003-2007 no sería de aplicación la subida en el precio de la vivienda.

Tampoco los pliegos ni las ofertas adjudicatarias al ser tan ambiguos dejaron el precio de la vivienda a salvo de subidas, por parte de las promotoras en base a una segunda plaza de aparcamiento, o más superficie o más dormitorios de las viviendas.

En tercer lugar, es un Plan en el que el anterior Gobierno local permitió que los pliegos, las ofertas adjudicatarias de las promotoras y que las adjudicaciones a éstas no se ajustaran a las bases y a la publicidad del Plan. Así aceptaron unas ofertas de la mayoría de las promotoras que en lugar de una plaza de aparcamiento por vivienda como anunciaron en el Plan, recogían dos plazas de aparcamiento por vivienda y no determinaban si vinculaban una o las dos por vivienda (ya que el anterior Gobierno aunque anunció una plaza por vivienda obligó a las promotoras a construir un mínimo de 1,5, por lo que éstas propusieron en sus ofertas la construcción de prácticamente dos por vivienda).

También aceptaron que las promotoras vayan a construir algunas viviendas con distinta superficie y dormitorios al que anunciaron en el Plan. También consintieron que la promotora encargada de desarrollar las viviendas en alquiler construya un número de viviendas distinto y con una duración prevista del alquiler distinta a lo que anunciaron en el Plan. Y así más desajustes entre lo que anunciaron y lo que aprobaron.

Éstos son algunos de los grandes incumplimientos e irregularidades del Plan de Vivienda 2003-2007, y sobre los que el anterior Gobierno local debería responder (y sus asociaciones afines como Planeta Rojo). Más ahora, que casualmente tratan de mostrarse tan solidarios con los adjudicatarios de las viviendas.

A todo esto se añade que la Comunidad de Madrid ha concedido ya a dos de estas promotoras la calificación provisional en la que vinculan dos plazas de aparcamiento por vivienda a petición de los promotores adjudicatarios de suelo, con lo que éstas exigen la compra de las dos plazas de aparcamiento vinculadas a cada vivienda. Esto supone un incumplimiento del espíritu del Plan, que era por cada vivienda, una plaza de aparcamiento. Aunque como nunca quedó bien reflejado ni en la publicidad, ni en los pliegos, ni en las ofertas adjudicatarias, ni en las adjudicaciones, ahora alguien se puede beneficiar de tal inconcrección.